El gen fue identificado en ratas por investigadores del instituto de salud infantil del University College y el Imperial College, en Londres. Se llama Lpp1 y está relacionado con una de las manifestaciones más graves de la espina bífida, que generalmente provoca la muerte del bebé al final del embarazo o en las primeras semanas de nacido..
Los expertos esperan que este descubrimiento permita encontrar nuevas maneras de evitar la espina bífida, que es muy común en países subdesarrollados. Su estudio fue publicado en la revista especializada Human Molecular Genetics y se cree que al encontrar la causa del problema, se podrán hallar nuevos remedios, incluso tratando al embrión mientras se desarrolla en el vientre materno.