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Terapias de apoyo emocional mejoran tasa de embarazo en pacientes infértiles

Tener un bebé es considerado por la mayoría de las personas como una parte esencial de la vida, no lograrlo puede producir una fuerte depresión. El impacto de la depresión en la fertilidad, puede notarse en cambios en los niveles hormonales en las mujeres, causando ovulación irregular, espasmos en las trompas de Fallopio y contracciones uterinas anómalas, que aunque la mujer no las sienta, pueden afectar la implantación de los embriones (Chrousos y col. 1998; Miller 1998). El stress y la depresión pueden alterar el sistema inmune, específicamente a las citocinas, lo que a su vez puede afectar la fertilidad (Haimovici y Hill, 1998). En hombres, la producción de espermatozoides disminuye (Pook, 1999).
La parte emocional suele ser descuidada por los pacientes ya que prestan más atención a los aspectos fisiológicos de la infertilidad. Como consecuencia, suelen sufrir en soledad, lo que agrega un problema más, ya que la depresión y el stress repercuten negativamente en los resultados del tratamiento. Se recomienda Terapia Cognitiva, Meditación y Yoga para apoyo emocional durante el tratamiento de fertilidad (www.asrm.org)
Si los síntomas psicológicos de depresión inhiben la fecundación, el tratamiento para reducir estos síntomas debería estar asociado con mayores tasas de embarazo. Para demostrar esto, Domar y colaboradores (2000), de la Escuela de Medicina de Harvard, entrevistaron 2000 candidatas, seleccionaron 212 y finalmente trabajaron con 184 mujeres con infertilidad de 2 años de duración y con características demográficas similares; algunas participaron en el grupo control sin recibir ningún tratamiento de apoyo emocional, otras recibieron terapias de grupo y otras fueron tratadas con terapia cognitiva. Todas las pacientes recibían tratamientos de fertilidad mensualmente y fueron tratadas con sesiones de dos horas a la semana con la terapia de apoyo emocional que les había sido asignada. Adicionalmente, fueron evaluadas dos veces al año, por un psicólogo, que no conocía a qué grupo experimental o control pertenecían las pacientes. Se registraron los embarazos, los nacimientos vivos, y el método de concepción.
Las pacientes que recibieron Terapia Cognitiva fueron entrenadas en técnicas de relajación, re-estructuración cognitiva, métodos para expresión emocional, nutrición y ejercicios. Las técnicas de relajación incluyeron meditación, relajación progresiva de los músculos, imaginación, entrenamiento autogénico y yoga. Se dedicaron varias sesiones a re-estructuración cognitiva, en las cuales las participantes aprendieron a identificar patrones negativos recurrentes y a separar la verdad del miedo. Por ejemplo, una mujer reportó estar pensando «Yo nunca tendré un bebé», y esto fue re-estructurado a «yo estoy haciendo todo lo posible para quedar embarazada».
Las pacientes que participaron en Terapia de Grupo, pasaban la primera hora de cada sesión actualizando a los otros participantes sobre las visitas médicas y los tratamientos, contando anécdotas sobre infertilidad que les habían ocurrido con sus familiares y amigos, y resumiendo cómo se sentían. La segunda hora se utilizaba para tratar un tema diferente cada semana incluyendo el impacto de la infertilidad en la autoestima de los pacientes; sus relaciones con su pareja, la familia y los amigos; espiritualidad; y el trabajo o la carrera.
Se demostró que hay una tasa de embarazo significativamente mayor en las pacientes que recibieron algún tipo de ayuda emocional, como Terapia Cognitiva y Terapia de Grupo, que en las pacientes del grupo control. Atender por lo menos 10 sesiones de terapia de Apoyo Emocional puede mejorar significativamente la probabilidad de lograr el embarazo. El 60 % de las participantes en el grupo control desertó por insatisfacción al no estar siendo tratadas emocionalmente y la mayoría de ellas se unió a organizaciones de Apoyo Emocional.
Fuentes: Domar y col. 2000; Chrousos y col. 1998; Miller 1998; Haimovici y Hill, 1998; Pook 1999; www.asrm.org
UNIFERTES, la Unidad de Fertilidad ubicada en la Clínica El Ávila, fue fundada en 1987 y es responsable del primer bebé probeta por embrión congelado en Venezuela. Desde entonces, cerca de mil bebés han nacido en la Clínica El Ávila mediante Reproducción Asistida. Su teléfono en Caracas, Venezuela es el (582) 276-1561.