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Los bebés que duermen de espaldas pueden tener cabezas planas

Dicen que a veces lo que es bueno para una cosa, es malo para otra. Ése parece ser el caso de una recomendación médica que ha resultado ser muy efectiva para reducir los casos de muerte súbita: que los bebés duerman de espaldas.

Desgraciadamente, hay muchos bebés que presentan cabecitas planas en la parte posterior luego de acostumbrarse a dormir en dicha posición. El aplanamiento del cráneo puede presentarse porque las cabecitas de los recién nacidos son muy blandas y moldeables, para permitirle crecer al cerebro. Esta condición no es dañina y tiende a resolverse por sí sola entre los 6 y 12 meses de edad.

El nombre médico es plagiocefalia y muchos especialistas no están conscientes del problema, por lo que es fundamental que los padres vigilen la cabeza de sus hijitos. Así pueden tomar las precauciones debidas para que no se les deforme definitivamente, ya que si para el año el cráneo no se ha redondeado, es necesaria la intervención de un médico.

Consejos y recomendaciones
Para evitar esta deformación, la Academia Americana de Pediatría recomienda a los padres reposicionar las cabecitas de sus hijos mientras duermen y dejarlos que estén sobre sus estómagos mientras están despiertos. De esa manera, le permiten al cráneo regresar a su forma redondeada. Además, aconsejan no tener a los bebés en las sillas para el automóvil portátiles todo el día.

La buena noticia es que si tu bebé presenta señales de que se le ha aplanado la parte posterior de su cabeza, la medicina moderna tiene una solución. Existe una especie de casco que regresa la forma de la cabeza a la normalidad. Uno de los más recomendados es el DOC Band, fabricado por Cranial Technologies Inc., en Estados Unidos. Eso sí, no es nada de barato: US$3000, aproximadamente. Sin embargo, es muy efectivo y evita que la cabecita se deforme definitivamente. Sólo en casos muy extremos se recomienda una operación.

Otra advertencia más: la plagiocefalia no debe confundirse con otra condición médica que sí requiere de cirugía. Se trata de la craneosinostosis, que hace que los huesos del cráneo se fusionen prematuramente. Lo mejor en caso de dudas es consultar al pediatra apenas percibas alguna deformación en la cabecita de tu bebé.

Y si crees que entonces lo mejor es que tu bebé duerma sobre su estómago, te equivocas. Gracias a que los bebés ahora duermen preferentemente de espaldas, ha disminuido dramáticamente (en un 40%) la incidencia del síndrome de muerte súbita.