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Tratamiento ayuda a mejorar expectativas de vida de pacientes con cáncer de próstata

El cáncer de próstata es el tumor más frecuente en el hombre mayor en Estados Unidos y en la comunidad europea ocupa el segundo lugar tras el cáncer de pulmón; es responsable de un 13% de todos los tumores del varón y provoca unas 85.000 muertes al año. Se estima que los casos nuevos se incrementarán en los próximos años, por lo que es muy importante que todos los hombres tomen conciencia sobre este mal, que tiene varias opciones de tratamiento.

«El cáncer de próstata es una enfermedad cuya frecuencia aumenta con la edad, en especial después de los 50 años. En la sexta década de la vida aparece en un 15% de los varones, 30% en la 70 década y 50% en la 90 década. El 80% de los cánceres de próstata son diagnosticados en varones de más de 65 años, aunque cada vez estamos diagnosticando la enfermedad en hombres más jóvenes. En su aparición influyen otros factores, pero son especialmente importantes los antecedentes familiares; 5 a 10 veces más frecuente en pacientes con antecedentes familiares directos», manifiesta el doctor Christian Huidobro, Urólogo del Hospital Clínico de la Universidad de Chile.

Como ocurre con muchos tipos de cáncer, la detección y el tratamiento tempranos aumentan las perspectivas de curación y de calidad de vida.

Opciones de tratamiento
Tal como se ha avanzado en el tema de la prevención, en el ámbito del tratamiento también existen avances en los últimos años. Respecto al tratamiento del cáncer de próstata, éste va a depender de la etapa en que se encuentre la enfermedad. Un cáncer temprano se puede operar y curar de esta manera.

Ahora bien, para evitar que el cáncer reaparezca, previo, durante y en forma posterior a la cirugía se puede administrar Lupron (un remedio del tipo agonista LHRH). El medicamento también se puede aplicar en etapas más avanzadas de esta enfermedad. Esto se hace ya que las hormonas masculinas (especialmente la testosterona) contribuyen al crecimiento del cáncer de próstata. Para detener el crecimiento del cáncer, se puede administrar el agonista LHRH, que reduce la cantidad de hormonas masculinas. Otra manera de lograr que no se siga produciendo hormonas masculinas (lo que se llama deprivación androgénica) es a través de la extirpación de los testículos (orquiectomía) con el fin de suprimir la fuente de esta hormona.

Un estudio publicado en la revista The New England Journal of Medicine en 1999, (el más importante que se ha realizado acerca del tema en los últimos 10 años) demostró que el uso de la deprivación androgénica temprana mejora la sobrevida de los pacientes con cáncer de próstata, particularmente en aquellos con enfermedad localmente avanzada.

«Este medicamento permite lograr los mismos efectos que si se extirparan los testículos, evitando la carga sicológica para el hombre de una operación de este tipo. Además se puede aplicar en forma intermitente en períodos de 6 a 9 meses, permitiendo al paciente tener una vida sexual normal durante aquellos períodos en que no se le administra Lupron. Esto ayuda a que la persona tenga una mejor calidad de vida», explica el doctor Huidobro.

Esto es de suma importancia si se considera que la extirpación de los testículos es irreversible y el paciente queda impotente, entre otros efectos, lo que perjudica aún más la calidad de vida del paciente con cáncer de próstata.

Sobre el medicamento
Lupron es un medicamento desarrollado por Abbott Laboratories que se aplica fácilmente. Sus presentaciones inyectables son de 3,75 mg. 7,5 mg. (ambas mensuales) y una dosis de depósito de 11.25 mg. que se administra cada 3 meses, lo que facilita el tratamiento del cáncer prostático y proporciona supresión hormonal constante y confiable. Una de las novedosas modalidades del tratamiento es la terapia intermitente que se aplica por seis o nueve meses y luego el paciente tiene períodos de descanso y así sucesivamente. Esto permitiría que la pérdida de efecto del tratamiento hormonal se instaure en forma más tardía , lo que a su vez mejora la sobrevida y también le otorga al hombre la posibilidad de llevar una vida sexual normal durante los meses que no se utiliza el tratamiento.